12 de junio de 2011

¿POR QUÉ UNA PROPUESTA
DE CONVERGENCIA POLÍTICA
REGIONALISTA Y MUNICIPALISTA?
Por: Alberto Bejarano Ávila 
Es más que evidente una aberrada mutación histórico-política en nuestros territorios. Los partidos o grupos políticos dejaron de ser aquellas instituciones abanderadas de ideas, de propuestas o de propósitos superiores y éticos de transformación social y hoy estas agencias partidistas, en su generalidad, solo son utilizadas como instrumento para que sus dirigentes puedan hacer personal y rápida carrera político-burocrática y puedan mantener el control, para su provecho personal, de aquellas instituciones públicas que de manera íntegra, incondicional y dedicada tendrían que estar puestas al servicio de toda la comunidad sin exclusión alguna.

Cuando afirmamos que el interés personal o grupal ha trascendido o se ha convertido en algo más importante que el interés comunitario, estamos diciendo, sin reserva alguna, que la decadencia y la incertidumbre se apoderaron de la vida cotidiana de la comunidad ibaguereña y tolimense y que por tanto se hace urgente y necesario corregir el rumbo y tomar el camino correcto.

Si los ciudadanos aceptásemos que hemos extraviado aquella lógica política correcta que bien indica que el bienestar de la sociedad es el objetivo cardinal y que el ejercicio político es el medio para alcanzar tal objetivo, podríamos, sin duda alguna, hallar la ruta acertada para transitar hacia tiempos socialmente promisorios. Si, por el contrario, terqueamos en el silencio o en ver como normal la inadmisible preeminencia del politiqueo, el caudillismo y el egocentrismo sobre los fines superiores de la sociedad y si, además, esquivamos la discusión ideológica sobre la regionalidad y la municipalidad, el futuro de toda la sociedad tolimense obligadamente tendrá que seguir revelándose incierto y nebuloso.

Si usted, en su buen juicio, cree que este razonamiento es correcto entonces ya tenemos un concluyente punto de coincidencia y poco en verdad es lo que nos distanciaría para que podamos comenzar un diálogo franco que nos permita llegar al gran acuerdo para  cambiar todo cuanto en Ibagué y en el Tolima tiene que cambiar.