¿PERDON A QUIEN?
Por: GERMÁN BARBERI PERDOMO
Respetando como Abogado, donde me enseñaron en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, las decisiones judiciales, también me instruyeron en el sentido de que podía no compartirlas y de allí no sólo los recursos legales, sino otros, que he aprendido en el diario vivir del derecho, que son los reales y los que hay que implementar, cuando la justicia no obra, obra mal…o simplemente deja de obrar.
Y no se trata de tomar la justicia por las propias manos…sino de desenmascarar a quienes tras una toga mal habida, se las dan de juristas, sin serlo; o quienes se venden al supuestamente impartir justicia, o lo más grave,; cuando entregan su inconsistente criterio frente a una mayoría que impone sus decisiones, así no sean justas.
Y cómo aquí en nuestra patria ya se constituyó la dictadura de los jueces, esta visto, cuando vienen condenando con mentiras viles de bandidos y asesinos, a quienes les creen todo, absolutamente todo, así este probada la fragilidad de esos testimonios, y al pobre investigado lo condenan a pagar por crimines menores de los que los acusan, hasta 24 0 30 años de cárcel. Y vemos cómo los confesos criminales de asesinatos en masa, tienen 7 años, frente a la infamia de los demás. ¿Dónde quedan los principios universales de la dosificación real de la pena frente al crimen cometido? ¿Dónde queda el principio de la igualdad tan cacareado en nuestra tierra y en otras latitudes?
Eso no lo admite ningún Estado de derecho. Menos el nuestro que es “Social” y que supuestamente defiende al ser humano como tal, como es la filosofía de nuestra Carta del 91.
Ahora, no sólo condenan a un oficial que defendió las instituciones en su momento, en donde su propia vida estuvo el peligro, sino que el presidente Betancourt, hombre de bien, integérrimo, debe ser investigado, en la ignorancia de unos Magistrados, por una Corte que no existía para la época, y que menos puede tener competencia hoy.
Eso es lo de menos. Porque esa compulsión de copias la reenviarán a quienes la remitieron jurídicamente errados, con una nota donde le mostrarán su ignorancia supina, “pues el Tratado de Roma rige a partir de la fecha en que los Estados lo han adoptado. En Colombia sucedió en 2002. Es claro que no existe competencia de la CPI”.
Pero que el Ejercito Nacional deba en la Plaza de Bolívar pedir perdón a quien???? A los asesinos del M-19 ????
Es decir, los que defendieron la democracia en su momento en peligro, y quienes institucionalmente con sus armas cumplieron con su deber, deben ahora, pedirles perdón a quienes asesinaron Magistrados, funcionarios judiciales, abogados y civiles. Esa es la concepción de un fallo, no sólo absurdo, sino que atenta contra el propio Estado de Derecho.
Me parece que así metan a la cárcel por desacato al Ministro de Defensa o al General que le corresponda… ¡Jamás Colombia podrá pedirle perdón a los asesinos de la patria!
Eso sí sería una ignominia y una afrenta a todos los Colombianos de bien.