Papicultores de Murillo volvieron por más y lo lograron. Vendieron todo lo que llevaron
En el Espinal vendieron 1.100 bultos, en Lérida 300 y en Armero Guayabal otros 300. También los frijoleros comercializaron 2 toneladas del cereal
La meta, de por sí, era ambiciosa. Vender más de 600 bultos en El
Espinal se habían propuesto los productores de papa de Murillo en esta nueva
salida a los mercados locales.
A la Plaza de Mercado Caballero Góngora de la Segunda Ciudad del
Departamento llegaron, muy temprano, cuatro camiones; venían con el cupo.
Traían 1.100 bultos de papa que cuidadosamente habían cosechado las
familias en los campos murillenses. En una foto que se ha vuelto
habitual, miles de compradores estaban listos para llevar el tubérculo a casa.
Esta vez, tampoco importó si el transporte era en triciclo, camioneta de
estacas, motocicleta y, quién lo creyera, hasta en bicicleta tipo panadera. Era
el día de llevar la papa murillense y apoyar a los productores.
“A 30 mil y a 20 mil el bulto. Hay criolla y hay común”.
Insistentemente, esa era la frase que se le escuchaba decir a un locutor que
había dispuesto la alcaldía de El Espinal como parte de la estrategia de
divulgación; estrategia que también había incluido, previo a la papatòn, una
serie de mensajes en redes sociales, perifoneo y cuñas radiales.
Se abrieron los cuatro camiones y empezó la venta. Los propios
productores entregaban bultos y bultos a los coteros; unos habían
llegado de Murillo y otros eran lugareños. También ayudaron funcionarios de las
dos alcaldías y de la Gobernación; porque, por momentos, la fila de ansiosos
compradores era nutrida. El propio secretario de Desarrollo Económico de
Murillo, Silvano Rodríguez, subió cientos de bultos en los vehículos que
llegaron hasta la plaza.
La noticia de la papatón en la plaza Caballero y Góngora corrió “como
pan caliente” por las calles de El Espinal. Con el paso de los minutos
aparecían más y más compradores. Sobre el mediodía, los camiones estaban
desocupados y sólo un aviso de la Asociación de Papicultores del Ruiz
permanecía sobre un vehículo, como centinela de la exitosa faena.
Un ejercicio similar se repitió en los municipios de Lérida y Armero
Guayabal. En cada una de las localidades del Norte tolimense las familias
cultivadoras lograron vender 300 bultos de papa. En total, durante la jornada
se comerciaron, en los tres municipios del Tolima, 1.700 bultos del tubérculo.
Solidaridad de los tolimenses.
Antonio José Garcia, alcalde de Murillo, agradeció a los tolimenses
por la solidaridad con las familias campesinas de su municipio; al igual que a
las alcaldías e instituciones que participaron. “Nos sentimos muy reconocidos
con las alcaldías, la Gobernación, la ADR y, especialmente, con los tolimenses
que nos han acogido”; puntualizó.
“Hoy vimos que la ciudadanía de El Espinal atendió el llamado para
apoyar a nuestros productores. La gratitud es con todos los que compraron y con
todo el equipo de nuestra alcaldía que estuvo muy comprometido”; dijo al final
Luis Armando Pava Ramírez, director administrativo de Asistencia Técnica
Agropecuaria de El Espinal.
“Agradecemos a cada uno de los habitantes de El Espinal por su
solidaridad con nuestros productores también al equipo del alcalde Juan Carlos
Tamayo por compromiso. La actividad fue un éxito. Los productores vendieron en
esta ciudad más de $32 millones”; comentó, en su momento, Diego Matiz,
secretario de Desarrollo Agropecuario y Producción Alimentaria del Tolima.
El funcionario adelantó que ya con las alcaldías y los productores
están preparando una posible papatòn en la ciudad de Ibagué antes de finalizar
el 2020.
Fue clave el trabajo en equipo entre las alcaldías de Murillo y El
Espinal, la Gobernación del Tolima y la Agencia de Desarrollo Rural.
Al final, los productores se regresaron a sus fincas con las ganancias
en sus bolsillos y con la esperanza de seguir cosechando papa y a la espera de
una nueva oportunidad en cualquier ciudad o pueblo del Tolima; porque como
ellos mismos dicen: “Todos los días se pone la olla para cocinar”.