8 de diciembre de 2020

Papicultores de Murillo volvieron por más y lo lograron. Vendieron todo lo que llevaron


En el Espinal vendieron 1.100 bultos, en Lérida 300 y en Armero Guayabal otros 300. También los frijoleros comercializaron 2 toneladas del cereal

La meta, de por sí, era ambiciosa. Vender más de 600 bultos en El Espinal se habían propuesto los productores de papa de Murillo en esta nueva salida a los mercados locales.

A la Plaza de Mercado Caballero Góngora de la Segunda Ciudad del Departamento llegaron, muy temprano, cuatro camiones; venían con el cupo. Traían 1.100 bultos de papa que cuidadosamente habían cosechado las familias en los campos murillenses.  En una foto que se ha vuelto habitual, miles de compradores estaban listos para llevar el tubérculo a casa. Esta vez, tampoco importó si el transporte era en triciclo, camioneta de estacas, motocicleta y, quién lo creyera, hasta en bicicleta tipo panadera. Era el día de llevar la papa murillense y apoyar a los productores.

“A 30 mil y a 20 mil el bulto. Hay criolla y hay común”.  Insistentemente, esa era la frase que se le escuchaba decir a un locutor que había dispuesto la alcaldía de El Espinal como parte de la estrategia de divulgación; estrategia que también había incluido, previo a la papatòn, una serie de mensajes en redes sociales, perifoneo y cuñas radiales.

Se abrieron los cuatro camiones y empezó la venta. Los propios productores entregaban bultos y bultos a los coteros; unos habían llegado de Murillo y otros eran lugareños. También ayudaron funcionarios de las dos alcaldías y de la Gobernación; porque, por momentos, la fila de ansiosos compradores era nutrida. El propio secretario de Desarrollo Económico de Murillo, Silvano Rodríguez, subió cientos de bultos en los vehículos que llegaron hasta la plaza.

La noticia de la papatón en la plaza Caballero y Góngora corrió “como pan caliente” por las calles de El Espinal. Con el paso de los minutos aparecían más y más compradores. Sobre el mediodía, los camiones estaban desocupados y sólo un aviso de la Asociación de Papicultores del Ruiz permanecía sobre un vehículo, como centinela de la exitosa faena.

Un ejercicio similar se repitió en los municipios de Lérida y Armero Guayabal. En cada una de las localidades del Norte tolimense las familias cultivadoras lograron vender 300 bultos de papa.  En total, durante la jornada se comerciaron, en los tres municipios del Tolima, 1.700 bultos del tubérculo.

Solidaridad de los tolimenses.

Antonio José Garcia, alcalde de Murillo, agradeció a los tolimenses por la solidaridad con las familias campesinas de su municipio; al igual que a las alcaldías e instituciones que participaron. “Nos sentimos muy reconocidos con las alcaldías, la Gobernación, la ADR y, especialmente, con los tolimenses que nos han acogido”; puntualizó.

“Hoy vimos que la ciudadanía de El Espinal atendió el llamado para apoyar a nuestros productores. La gratitud es con todos los que compraron y con todo el equipo de nuestra alcaldía que estuvo muy comprometido”; dijo al final Luis Armando Pava Ramírez, director administrativo de Asistencia Técnica Agropecuaria de El Espinal.

“Agradecemos a cada uno de los habitantes de El Espinal por su solidaridad con nuestros productores también al equipo del alcalde Juan Carlos Tamayo por compromiso. La actividad fue un éxito. Los productores vendieron en esta ciudad más de $32 millones”; comentó, en su momento, Diego Matiz, secretario de Desarrollo Agropecuario y Producción Alimentaria del Tolima.

El funcionario adelantó que ya con las alcaldías y los productores están preparando una posible papatòn en la ciudad de Ibagué antes de finalizar el 2020.

Fue clave el trabajo en equipo entre las alcaldías de Murillo y El Espinal, la Gobernación del Tolima y la Agencia de Desarrollo Rural.

Al final, los productores se regresaron a sus fincas con las ganancias en sus bolsillos y con la esperanza de seguir cosechando papa y a la espera de una nueva oportunidad en cualquier ciudad o pueblo del Tolima; porque como ellos mismos dicen: “Todos los días se pone la olla para cocinar”.