Aumenta la preocupación de los
ganaderos por los posibles acuerdos que firme el gobierno en el marco de la
Alianza Pacífico
La Federación Colombiana de Ganaderos – FEDEGAN- le reitera al
gobierno la preocupación de los ganaderos ante una eventual apertura del sector
mediante cualquier negociación con Australia y con Nueva Zelanda.
25 de junio de 2018. El presidente ejecutivo de Fedegán, José Félix Lafaurie Rivera,
advierte que no existe duda alguna que la negociación con Australia y Nueva
Zelanda en el marco de la Alianza con el Pacifico, repercutirá en forma
perversa sobre el desarrollo del sector ganadero colombiano, y sobre la
seguridad alimentaria del país, incluso con riesgo de sufrir afectaciones
irreparables en el tiempo.
Así se lo expresó al Gobierno en comunicación enviada a la
ministra de Comercio, Industria y Turismo, María Lorena Gutiérrez, a la vez que
le reiteró, con sentido de urgencia, la imperiosa necesidad de que el sector
ganadero quede excluido de cualquier compromiso de liberación comercial en el
marco de la negociación con Australia y Nueva Zelanda.
Para el gremio ganadero, el alcance que puedan tener el proceso de
negociación que actualmente Colombia adelanta entre los países miembros de la
denominada Alianza del Pacífico, con Australia, Nueva Zelanda, Singapur y
Canadá, genera grandes incertidumbres, pues no ve claro cuál es el beneficio
para el sector pecuario colombiano.
Lafaurie recordó que hace algo más de una década el país inició
una acelerada carrera para lograr la suscripción y entrada en vigencia de un
amplio número de acuerdos y tratados de libre comercio a través de los cuales
nuestra economía se insertaría a un mundo globalizado, pero que lamentablemente
dejaron un sinsabor pues el beneficio de estos acuerdos para la ganadería
colombiana ha sido nulo, yprevé
que el sector vuelva a ser utilizado como "moneda de cambio" para
lograr el cierre de acuerdos comerciales como lo ocurrido con la Unión Europea.
También señaló que en los diferentes acuerdos comerciales
suscritos por Colombia el sector ha sido tenido en cuenta para ser incluido en
una estrategia de negociación que, al
no contar con admisibilidad sanitaria, lo limita para aprovechar cualquier
oportunidad comercial real, y a cambio sí ha asumido en una serie de
compromisos de liberación comercial, sin recibir el mismo tratamiento recíproco
de parte de los socios comerciales.
El peso económico y productivo
de Australia y Nueva Zelanda
Lafaurie explica que tanto Australia
como Nueva Zelanda se caracterizan por ser líderes mundiales en la producción
tanto de carne como de leche y productos lácteos, teniendo incluso alcance y
responsabilidad directa sobre la formación de los precios de estos bienes a
nivel internacional.
Nueva Zelanda con sus casi 4 millones de habitantes, dispone de
condiciones particulares tanto en el clima como en la disposición de pasturas de
alimento para los animales, lo que les permite un nivel importante de
producción a bajos costos.
Por su parte, Australia cuenta con un hato ganadero cercano a los
30 millones de cabezas (4 % de la población mundial de bovinos), lo que en
conjunción con sus condiciones naturales propias y ventajas comparativas
inherentes, le permite llevar a cabo procesos de producción a muy bajo costo y
con alta eficiencia.
Australia produce algo más de 2 millones 500 mil toneladas de
carne de bovino al año y registra un consumo per cápita de alrededor de 31
kilos anualmente, por lo que se ha visto obligado a colocar en el mercado
internacional cerca del 75 % de su producción. Es de notar que las
exportaciones de Australia llegan a más de 100 países alrededor del mundo y se
distingue como el tercer exportador mundial de carne, únicamente superado por
Brasil e India.
Los impactos
El análisis del dirigente gremial de una negociación con estos
países dentro de la Alianza del Pacífico se presente de la siguiente forma:
1. Desde el
sector ganadero colombiano no visualizamos ninguna oportunidad comercial real
derivada de la suscripción de este acuerdo de libre comercio con Nueva Zelanda,
Singapur y Australia, incluso no hemos podido prever algún tipo de ventaja
o beneficio para sector alguno de la economía colombiana.
"¿Cuál sería la motivación del Gobierno Nacional en acelerar
el cierre de una negociación comercial con estos países sobre los cuales las
oportunidades de incrementar nuestras exportaciones son absolutamente
nulas?", se pregunta el presidente de Fedegán.
2. Desde el
punto de vista de los derechos aduaneros, se parte de estructuras arancelarias
totalmente diferentes a causa de esquemas de producción igualmente distantes.
“Mientras en Colombia la protección arancelaria del sector es
del 80 % para la carne de bovino y del 98 % para la leche en polvo, tanto en
Australia como en Nueva Zelanda y Singapur el arancel es del 0 %, o en algún
caso particular del 5 %. Es un mercado que ya se encuentra abierto para el
comercio mundial.
“Por lo tanto, desde ningún punto de vista es claro cuál sería el
beneficio de esta negociación, pues en dado caso, lo que se estaría haciendo es
generar una apertura unilateral del mercado cárnico y lácteo colombiano a los
principales productores mundiales sin recibir absolutamente nada a cambio, con
un perjuicio adicional, y es el riesgo que se cierne sobre las familias
ganaderas relacionadas directamente con la producción primaria y derivan su
sustento directamente de esta actividad", agrega el dirigente.
3. Una negociación como esta podría llegar a interpretarse que se
lograría "consolidar el 0 % de tarifa arancelaria para nuestras
exportaciones en esos mercados. Sin embargo, es
pertinente reiterar que estos países no representan ninguna oportunidad
comercial real para nuestro sector; por tanto, el lograr "consolidar"
una tarifa de 0 % no significa en términos prácticos, absolutamente nada, ni
tiene ningún beneficio para el sector ganadero colombiano.
4. El hecho de plantear una negociación comercial debe a todas
luces reflejar un deseo real del aparato productivo nacional por acceder a
un determinado mercado.
Pero este no es el caso dada la ausencia de admisibilidad
sanitaria para los productos colombianos en estos mercados, provocaría nada más
que una apertura unilateral del sector.
Finalmente, Lafaurie
Rivera solicita a la ministra que informe cuáles sectores de la economía
nacional recibirían un beneficio claro de la suscripción de este acuerdo
comercial, pues considera que se evidencia un alto riesgo para sectores
económicos fundamentales en el desarrollo económico del país, con un
agravante, y específicamente de la soberanía alimentaria de Colombia.